30 km/h en ciudad: La letra pequeña detrás de esta medida

Ciudades de todo el mundo han limitado o van a limitar la velocidad de los vehículos en sus principales carreteras. Aquí analizaremos la letra pequeña que encierran esas limitaciones y veremos las consecuencias en forma de contaminación, ruido…

En los últimos años multitud de grandes ciudades de todo el mundo han establecido un límite de 30 Kmh para todos los vehículos que atraviesan sus principales vías. Dicha medida tiene como objetivo reducir las posibilidades de tener y accidente y minimizar los daños producidos a los peatones en caso de ser víctimas de un atropello.

Sin lugar a dudas hay que proteger a los viandantes de los riesgos que entraña compartir la ciudad con vehículos de cientos o miles de Kgs, ya que las consecuencias de un incidente con un coche o una moto pueden ser fatales y como veremos más adelante las rotondas, glorietas, vallas delimitadoras en las aceras y un buen trabajo de mantenimiento en la señalización pueden hacer más por salvar vidas que restringir la velocidad en determinadas vías.

Algunas ciudades se están replanteando estas limitaciones de velocidad por que implican consecuencias no deseadas en forma de mayor contaminación, lentitud en el transporte público, ruido, embotellamientos y desgaste de la mecánica de los vehículos.

¿Qué dice la norma?

El pasado mes de abril el director de la DGT y todas las autoridades de entidades que orbitan a su alrededor presentaron el manual de aplicación de la nueva norma para los ayuntamientos españoles con el objetivo de ayudar a las instituciones competentes en la implantación de la misma.

El próximo 11 de mayo entrará en vigor el nuevo reglamento sobre limitación de velocidad en núcleos urbanos y aquí tiene un resumen rápido del punto más importante de dicha ley. Para una consulta más exhaustiva pueden ir a este enlace de la web de la DGT.

En vías peatonales donde los vehículos y peatones comparten la calzada.

En vías con 1 carril en cada sentido de circulación.

En vías con 2 o más carriles en cada sentido de circulación.

Hacemos una actualización aquí para señalar la importancia de conocer estos datos. Tras la puesta en marcha de esta norma se está viendo a mucha gente conducir a 30 por hora en carreteras con 2 carriles por sentido donde es totalmente legal conducir a 50 km por hora.

Esto es otro factor más de congestión de las principales vías de las ciudades, con el aumento de ruido, retrasos en los trayectos y contaminación.

¿Qué ciudades se están replanteando el límite de 30 km por hora?

La primera gran ciudad que se plantea volver a los 50 kmh es Málaga. Pero no es la única. Otras localidades como Donostia o Ponferrada han experimentado problemas de aumento de atascos en sus carreteras y retrasos en sus transportes públicos. Y es probable que con el tiempo más municipios se planteen estas medidas.

¿Qué datos tenemos?

Gracias a la experiencia de las ciudades que han implantado el límite de 30kmh y a varios estudios realizados en los últimos años por universidades de todo el mundo, hoy tenemos a nuestra disposición suficientes datos para ofrecer un análisis racional sobre las consecuencias derivadas de la implantación de esta ley.

En Reino Unido llevan tiempo con los 30 kmh en ciudades como Bristol, Edimburgo y Portsmouth, y han observado una reducción de la velocidad entre 1,5 y 9 Kmh en las vías donde se ha implantado dicha norma.

Un estudio realizado en 2009 en la universidad tecnológica de Virginia (EE.UU) investigó sobre los efectos medioambientales derivados de la restricción de velocidad.

Dicho trabajo se llama «Estudio de evaluación sobre el terreno del impacto medioambiental y energético de la pacificación del tráfico» y se puede encontrar en la web Science Direct. El resumen del estudio es el siguiente:

    Aunque las medidas de control del tráfico reducen la velocidad de los vehículos en las calles de los barrios y pueden contribuir a mejorar la seguridad vial, esto puede dar lugar a un mayor consumo de combustible y unas tasas de emisión sensiblemente más altas debido a que los conductores acelerarán de forma más agresiva.

También se descubrió que los badenes recién instalados podrían ser responsables de un consumo extra de combustible.

    Las glorietas produjeron los menores aumentos en el consumo de combustible y las emisiones de los vehículos y el estudio demostró que, en general, las glorietas permiten patrones de conducción más suaves con un comportamiento de aceleración más suave en comparación con los badenes y las señales de stop.

Los resultados también demuestran reducciones cuando se sustituyen las señales de stop por las rotondas. El estudio indica que, al eliminar las maniobras de aceleración bruscas, se puede conseguir un importante ahorro de energía y de emisiones.

¿Qué problemas implica esta limitación de velocidad?

Contaminación

Menor velocidad implica mayor tiempo haciendo el mismo recorrido, por lo que muchos conductores aceleran de forma más agresiva cada vez que salen de un semáforo, Stop, paso de peatones… para evitar cuanto sea posible tener que pararse en los siguientes. Lo que implica subir de vueltas el motor, mayor consumo y mayor contaminación.

Esto es especialmente acusado en los coches con el sistema «Start And Stop» puesto que en cada parada el motor de arranque hace una inyección extra de gasolina.

Gran cantidad de modelos de coche necesitan ir en marchas bajas lo que aumentan las RPMs del motor. Como en el punto anterior esto deriva en mayor gasto de combustible y por tanto mayores emisiones contaminantes.

Densidad de tráfico

A menor velocidad se hacen más paradas en semáforos y pasos de peatones, por lo tanto hay mayor densidad de tráfico y aumentan los atascos. Circular a 30 en grandes avenidas con todos bien señalizado y los semáforos en verde, sólo redunda en aumentar los problemas aquí descritos.

Transporte público

Como hemos dicho anteriormente la restricción de velocidad hace que haya más densidad de vehículos circulando por las vías urbanas y aumente el número de horas con atascos.

Si a esto le sumamos la obvia reducción de velocidad, el resultado es que autobuses y taxis tardan más en hacer el mismo recorrido, lo cual influye muy negativamente en la sociedad ya que la mayoría tenemos los horarios ajustados al minuto para llegar al trabajo.

Comercios y transportistas

Los comerciantes sufren por partida doble. Por un lado los problemas circulatorios disuaden a los clientes que pensaban en ir a zonas comerciales, mientras que por otro lado los vehículos de reparto también tienen problemas para cumplir sus rutas ya que normalmente tienen los tiempos medidos al segundo para poder cumplirlas.

El resultado son problemas de distribución en los comercios y en la paquetería que todos necesitamos de una forma o de otra.

Ruido

Las continuas paradas en semáforos y pasos de cebra llevan a que muchos aceleren más de lo habitual para hacer salidas más rápidas para intentar no parar en los siguientes.

Desgaste mecánico

La conducción urbana es lo que produce mayor desgaste de la mecánica de un vehículo. Entre badenes y la restricción a 30 Km/h usamos más, y de forma más agresiva las piezas con mayor desgaste en un vehículo: Embragues, pastillas y discos de freno, caja de cambios…

Pandemia

Este es un problema coyuntural dadas las circunstancias especiales que sufrimos en el momento de redactar este artículo. La pandemia ha hecho que aumente el número de personas que usan el coche para evitar posibles contagios, por que el transporte público no permite mantener la distancia de seguridad que necesitamos.

Sobre esto podemos ver una gran entrevista que hicieron hace unos meses a Eli Ceballos, presidente de nuestra asociación.

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Conclusiones

Hay zonas donde los límites a 20 o 30 kmh tienen todo el sentido: Casco histórico de la ciudad, calzadas peatonales y carreteras que pasen junto a una escuela.

Sin embargo se han gastado miles de millones en modernizar y crear nuevas vías de alta capacidad en las ciudades y ahora vemos como se están aplicando medidas parar infrautilizarlas sin tener mucho sentido.

Es necesario hacer cambios para crear un entorno mas sostenible y amigable con las personas, pero hay que plantearse muy bien las cosas para que esos cambios sean realmente para bien.